En esta tercera jornada hemos continuado avanzando en los contenidos de la formación con dinámicas, prácticas y reflexiones.

Interiorizando la idea de que se trata de historias personales, de despertar emociones, transmitir pasión y sobretodo, sobretodo… abrir la mente y forzar la reflexión en quienes visualizarán el vídeo con nuestra historia.

Estamos creando nuestra historia a lo largo de esta semana, y en el proceso estamos aprendiendo distintas metodologías para guiar a los usuarios de futuras acciones formativas que desarrollemos, en el proceso de crear su propia historia.

Hoy hemos visto algunos aspectos técnicos de como generar y gestionar los recursos a utilizar en las historias digitales, cuáles son los mejores materiales a utilizar o los más adecuados para crear ese impacto emocional que queremos conseguir.

La puesta en escena del taller y de las dinámicas que hemos realizado son… siempre sorprendentes y creativas.

Siempre buscando la complicidad del grupo… compartir, expresar, enriquecernos unos a otros… siempre desde la aceptación y valoración, para animarnos a expresar nuestra opinión y nuestras aportaciones y salvando la barrera del idioma de cualquier manera posible.

No importa cómo, lo importante es expresarse… con lo que al final el enriquecimiento es enorme, y se nota como, a medida que avanza la semana, la comunicación es mejor, las competencias evolucionan y la comprensión a través del idioma mejora.

No existe zona de confort, continuamente se difumina esa frontera, es la mejor forma de fomentar la creatividad y de estar abierto a cualquier aprendizaje.

Somos la guía, no jueces. Ayudamos en “el cómo”, no valoramos “el qué”